martes, 17 de abril de 2012

EL EMPRENDIMIENTO SOCIAL EN ESPAÑA


El emprendimiento social en España

Es indudable que los reconocimientos otorgados a Drayton y Yunus han puesto el emprendimiento social “de moda”. En un contexto de crisis como el actual, en el que buena parte de la sociedad considera que se está asistiendo no solo a una pérdida del estado de bienestar sino también de los valores que lo sustentaban, los emprendedores sociales son vistos como profesionales responsables, capaces de unir visión empresarial e impacto social duradero en el tiempo. 

Si nos detenemos en el caso específico de España, podemos observar cómo el número de emprendedores sociales, pese a haber aumentado en los últimos años, sigue estando por debajo de otros países europeos.

Según el Proyecto GEM (Global Entrepreneurship Monitor), en España solo un 0,5% de la población activa trabaja en proyectos de emprendimiento social, frente al 2% que se registra en países como Estados Unidos, Finlandia o Reino Unido. El perfil es de un 64% de hombres respecto a un 36% de mujeres. El rango de edad más habitual se sitúa entre los 25 y 34 años mientras que la mayoría de los emprendedores –un 65%– posee estudios medios o de formación profesional en contraposición con otros países en los que es el segmento de población con estudios superiores el que copa este tipo de iniciativas.

Según el estudio de GEM, podemos observar, además, que en España hay una “gran natalidad” de empresas sociales que, sin embargo, rara vez sobreviven más allá de los tres meses de vida. La situación de crisis económica crea, pues, una situación de difícil salida: el agotamiento de los modelos tradicionales de negocio impulsa a los emprendedores sociales que, sin embargo, sucumben a esa misma situación de fatiga económica.

Pese a todo, el emprendimiento social mantiene un gran atractivo que hace que desde el mundo de la universidad o la empresa se tiendan puentes para promover la innovación o el talento que se les supone a los actores de esta actividad socioeconómica.

Con el objetivo de complementar formalmente esta figura y siguiendo el camino comenzado por The New York University con su School for Social Entrepreneurs, la Escuela de Organización Industrial (EOI) ha puesto en marcha en nuestro país un MBA en Emprendimiento Social. Este curso permite proporcionar una especialización como empresario social a los alumnos, haciendo hincapié en los valores de sostenibilidad, innovación y beneficio para la comunidad. 

Para Rodolfo Lewin, director del MBA, “un emprendedor social es una persona capaz de sacar adelante una idea con pocos recursos”. Eso explicaría porque el concepto, pese a la crisis, está en alza: cada vez se valora más a las empresas o profesionales que sean capaces de maximizar aquello que tienen para conseguir un doble impacto económico y social.

La empresa también va, poco a poco, involucrándose en la promoción de emprendedores sociales en nuestro país.

Es el caso de BBVA que, junto a Esade, ha puesto en marcha el Momentum Project, que tiene como objetivo crear un ecosistema para apoyar iniciativas sociales ya en marcha. El proyecto cuenta además con el apoyo de Ashoka, que asesora y aporta su conocimiento sobre la materia. Una decena de emprendedores sociales ha recibido hasta ahora formación no solo de las empresas y entidades organizadoras sino de otras que se han querido sumar como Inditex o DKV. Entre los emprendedores elegidos están Catering Solidario, una empresa sevillana que ofrece trabajo a mujeres maltratadas, o Moltacte, una cadena de outlet, donde el comprador colabora con la integración laboral de personas con trastorno mental severo.

Está previsto que el proyecto Momentum se presente en octubre en unas jornadas abiertas a posibles financiadores. La idea empresarial que subyace a todo el proyecto es que invertir en estos emprendedores sociales puede ayudarnos a salir de la crisis.

Para Alfred Vernis, director de programas universitarios de ESADE y uno de los impulsores de la iniciativa, “no se trata únicamente de crear empresas sociales: estos proyectos pueden crear nuevos puestos de trabajo en momentos de dificultad como el actual”. 

Os dejamos un enlace a un video acerca de este tema: